Insights
Una nueva arquitectura de los espacios públicos
Volver a la normalidad después de la pandemia significa también reconstruir la socialización perdida durante los meses de confinamiento, una dimensión que adquiere mas valor en el ámbito de la colectividad y adopta el espacio público como lugar de renacimiento. Siguiendo esta idea, el espacio exterior y la arquitectura se entrelazan combinando estética y compromiso social. Para reconsiderar y reproyectar las áreas al aire libre, se debe comprender cómo cambia el binomio “arquitectura y espacios públicos”, un proceso que ya está en curso y que acompañará a la colectividad, en el futuro inmediato, por el camino hacia la nueva normalidad: descubramos cómo, a través de algunos ejemplos útiles.
Arquitectura y espacios públicos: el manifiesto de los arquitectos planificadores, paisajistas y conservadores
La recuperación ve la vida comunitaria cada vez más orientada hacia una dimensión exterior, donde la relación entre arquitectura y espacios públicos es el nuevo protagonista de un recorrido asociado a la conciencia y a la responsabilidad colectiva. Un recorrido que el Consejo nacional italiano de arquitectos, planificadores y conservadores ha emprendido a través de un itinerario participativo: así nace un manifiesto que resume en diez puntos, la fórmula del cambio. Después de la pandemia el mundo de los diseñadores ha sido convocado para crear una nueva concepción de los espacios domésticos y de las dinámicas urbanas, bajo la supervisión no solo de los arquitectos, sino también de la colectividad, caracterizado por el compromiso cívico.Una filosofía que conlleva la idea de una arquitectura sostenible capaz de aliviar las heridas que la pandemia ha provocado a la vida pública, una concepción no lejana del método seguido por Michael Murphy, arquitecto y director ejecutivo del MASS Design Group, que desde el debut de su carrera ha adoptado la línea de “construir para curar”.
Cuando la arquitectura es terapéutica: el ejemplo de Michael Murphy
Desde el punto de vista de Michael Murphy en la fuerza terapéutica del compromiso colectivo yace la relación entre arquitectura y espacios públicos. El arquitecto norteamericano ha aplicado esta idea a diferentes comunidades de Ruanda, de Haití y de Malaui. Siguiendo el método del arquitecto Bruce Nizeye, en estas áreas Murphy ha concentrado todo en la “construcción in loco”, una auténtica inversión a favor de la dignidad de los lugares donde se trabaja que se traduce en contrataciones locales, recursos regionales y formación.Contacto con la naturaleza: la “Community classroom” del estudio O’Donnell Brown
Arquitectura, sostenibilidad, colectividad: la escuela en la pospandemia puede inspirarse en la “Community classroom”, literalmente el aula comunitaria. Esta es la idea de inicio de una estructura de madera montada en el verde desarrollada por el estudio de Glasgow O’Donnell Brown para la recuperación de uno de los sectores de la vida colectiva que ha padecido más los efectos del confinamiento. El proyecto, publicado a finales de 2019, ha adquirido un nuevo significado con la irrupción del coronavirus en Europa: muchos, forzados a quedarse en casa por las medidas de contención del Covid-19, han reconsiderado algunos aspectos del propio estilo de vida. Y de esta manera, una idea como la del aula comunitaria se transforma en una respuesta concreta a la exigencia de reconsiderar la relación entre arquitectura y espacios públicos. Como ha aclarado la cofundadora del estudio, Jennifer O’Donnell, “de ahora en adelante será cada vez más importante crear espacios que estén íntimamente conectados con la naturaleza, lugares capaces de reunificar las comunidades”. Según el arquitecto O’Donnell, la enseñanza no requiere necesariamente un aula tradicional, por otro lado, la didáctica a distancia lo ha demostrado en estos meses, estudiar al aire libre, además, puede incluso maximizar el potencial de aprendizaje.Por tanto, el futuro de la socialización se dirige hacia una relación cada vez más osmótica con el elemento verde: un concepto en el que las contaminaciones del espacio interior y exterior son cada vez más interesantes y adquieren valor, como testimonia el estilo Corradi.
La arquitectura indica el camino hacia un espacio colectivo nuevo
El futuro de los espacios colectivos, por tanto, parece ser cada vez más verde, unificador, y profundamente impregnado de valores comunes: la socialización después de la pandemia tendrá un significado diferente y coincidirá de forma inequívoca con el sentido de responsabilidad colectiva. En esta óptica, la arquitectura será el motor del cambio a lo largo del camino caracterizado por la regeneración y la participación. Una concepción que Corradi comparte, por lo que ya estamos en camino hacia el futuro.¿La sociedad estará lista para un nuevo compromiso cívico?