Glamping: vacaciones bajo las estrellas, con estilo
A menudo el lujo y la naturaleza salvaje parecen excluirse mutuamente, especialmente cuando se trata de organizar un viaje para unas vacaciones. Sin embargo, en los últimos años el sector turístico ha visto crecer cada vez más una tendencia que une precisamente el confort y la elegancia de un lujoso hotel con el encanto aventurero de unas vacaciones en medio del bosque, o bajo un cielo estrellado. Estamos hablando del glamping, la nueva manera de viajar que está conquistando a todos, desde América hasta Europa, y también en Italia obtiene cada vez más éxito. ¿Sientes curiosidad por descubrir de qué se trata?
Glamping: la nueva frontera del turismo green
Imagina estar into the wild, probablemente en medio de un desierto rodeado solo por el silencio absoluto, o dormir bajo una espectacular aurora boreal, en Laponia. Todo ello, sin renunciar al máximo confort. Parece un sueño, ¿no? Pues, con el glamping es posible. Esta palabra particular nace de la fusión del término glamour y camping, y significa una nueva tendencia de vacaciones al aire libre. En otras palabras, consiste en tiendas – entre otras cosas – generalmente preparadas en su interior con estructuras turísticas, que unen el camping y los servicios de un clásico hotel de cuatro estrellas, desde la cama al baño privado, hasta llegar a los muebles de diseño. De hecho, este fenómeno emergente ha anulado todas las distancias entre lujo y naturaleza, ofreciendo la posibilidad de probar experiencias únicas, en ambientes sumamente cuidados, elegantes y realizados de la manera más ecosostenible posible, excluyendo las incomodidades inherentes del camping tradicional.
Glamping, entre pasado y modernidad
Aunque la palabra sea relativamente nueva, apareció por primera vez en 2005 en Reino Unido, en realidad, el concepto en el que se funda este nuevo modo de viajar y de vivir la naturaleza tiene sus raíces en la antigüedad. Si bien no es fácil establecer con certeza cuándo, encontramos una forma rudimental de glamping ya alrededor del siglo XVI, cuando, en ocasión de una cumbre diplomática que tuvo lugar en Francia, se instalaron auténticos campos de tiendas. ¿Cómo no pensar también en las pomposas tiendas de los emperadores otomanos? Pero el glamping, como lo conocemos hoy – entendido, por tanto, como modalidad precisa de viajar – se difundió solo a principios del siglo XX, principalmente en los países cálidos, primero en África y luego en Australia: donde los ingleses y los estadounidenses adinerados preferían alojarse en campings muy cómodos y chic durante los largos y osados safaris.
Hacia un turismo eco-friendly
Tiendas tipi de las inmensas praderas norteamericanas; yurtas, o tiendas usadas por los nómades de Asia central; cúpulas transparentes con vistas a 360° caracterizada por el hygge escandinavo; capullos colgados entre los árboles; caravanas vintage en perfecto estilo tiny house y, por último, tiendas lavvo noruegas: ¿quién no quisiera vivir una experiencia alternativa de viaje?
En la actualidad se ha difundido ampliamente, desde América hasta Australia, hasta pasar por los fríos países escandinavos y por las montañas de Suiza, el glamping está conquistando el sector turístico, en particular el sostenible y amigo del medio ambiente. Lujo sí, pero unido a la belleza de la vida en estrecho contacto con la naturaleza, que es objeto de conquista. En todos los sentidos. Cualquiera sea el tipo, se trata de estructuras dotadas de todas las comodidades, pero generalmente construidas – o recuperadas – siguiendo los valores de la bioarquitectura. Por tanto, existe gran modernidad en el uso de materiales reciclados y muchas estructuras son completamente biodegradables.
La tecnología, además, permite que sean ideales para hacer frente a cualquier condición climática y se caracterizan por un bajo impacto medioambiental: desde los productos ecológicos para la limpieza hasta los sistemas de recuperación de las aguas pluviales, de las lámparas de bajo consumo, a los bio-spa, hasta la energía que se obtiene solo de fuentes renovables. Por último, generalmente los glampings son desmontables o incluso “pop-up”, como los que se encuentran en algunos olivares de Italia, que “desaparecen” cuando es el momento de ocuparse de los árboles.
De hecho, desde hace algunos años, el glamping se ha difundido también en Italia, demostrando que no es necesario alejarse demasiado para pasar unas vacaciones de ensueño: se incrementan las ofertas de elegantes lodges en donde poder alojarse y pasar momentos de máxima serenidad, en armonía con el paisaje. Toscana, con sus colinas imponentes, parece ser la meta más popular, pero cada región, en realidad, desde Cerdeña hasta Sicilia, del Piamonte a las Marcas, es un lugar perfecto, que satisface todas las exigencias.
Exclusividad para unas vacaciones de ensueño
Desde las tiendas hasta los bungalós, de las pintorescas casas en los árboles hasta los antiguos pinnatu, las viviendas de piedra y madera de los pastores sardos: el glamping abarca ya una gran variedad de realidades, posicionándose en diferentes opciones de precio. Aunque hoy el glamping se ha difundido extensamente y ya comprende una gran variedad de realidades, posicionándose en diferentes opciones de precios. Pero en general, se puede afirmar, con respecto al camping tradicional, este tipo de vacaciones es, sin duda, exclusiva y se dirige a un tipo de usuarios que no desea renunciar a ningún confort.
Cualquiera sea la experiencia que se viva, el centro de esta nueva modalidad de viaje es, sin duda, la naturaleza, que es la protagonista indiscutible, para descubrir nuevamente con sensibilidad y con responsabilidad. ¿Estás listo para dejarte cautivar por los verdes arrozales de Bali o por los fiordos noruegos, pasando por las tiendas colgantes para un auténtico tree sleeping a dos pasos de la Costa Amalfitana?