Las mujeres en arquitectura: una charla con la arquitecta Giulia Sacchetta, del área Marketing & Communication Corradi
“La arquitectura es una manera de pensar y no un trabajo”, decía el gran arquitecto Le Corbusier. Es así, a tal punto que nunca como en este período, la formación de arquitecto representa un valor añadido, versátil y transversal, capaz de inspirar con una visión del conjunto, a muchos sectores, desde la comunicación al outdoor living, no solo en la fase operativa y de elaboración del proyecto. Dentro de esta fructífera contaminación, es interesante descubrir la contribución aportada por las mujeres arquitectas, que se concreta también en un enfoque y en una sensibilidad, ni mejor ni peor, sino seguramente diferentes de los masculinos. Las mujeres arquitectas aumentan en todo el mundo (en Italia son el 42%), transformando “la cuestión femenina” en la arquitectura, en un tema interesante para estudiar, en sus múltiples matices.
Por ello, entre las diferentes arquitectas presentes en la plantilla Corradi, hemos decidido entablar una charla con Giulia Sacchetta, arquitecta del área Marketing & Communication Corradi.
Mujeres arquitectas: ejemplos virtuosos en el sector del outdoor living
La archistar Odile Decq, famosa por haber proyectado museos, ferias, bancos y restaurantes, en una concedida al Corriere della Sera hace algunos años había manifestado: “Cuando le comuniqué a mi padre mi intención de estudiar arquitectura invitó a cenar a un amigo arquitecto, que me dijo: "¿Una mujer arquitecta? Buena idea. Podrá ser muy buena para diseñar cocinas, porque las mujeres son más prácticas”.
Las mujeres arquitectas aumentan en todo el mundo, pero aún existen desigualdades con los hombres en términos de respeto, ganancia y posibilidad de hacer carrera. ¿Es un problema real?
Sin duda, la desigualdad es un problema presente, no solo en Italia, y atañe a todos los sectores laborales, por lo tanto también a la arquitectura. No es casualidad que, precisamente Odile Decq el pasado 25 de mayo organizó un flashmob sobre la igualdad de género en la Bienal de Arquitectura, junto con otras dos grandes mujeres de la arquitectura, Martha Thorne - directora del Premio Pritzker - y Farshid Moussavi, arquitecta inglesa de origen iraní.
Sin embargo, surgen ejemplos virtuosos de mujeres que han logrado crear una auténtica marca en torno a su nombre: Paola Navona, Paola Lenti y Patricia Urquiola, por ejemplo, son tres figuras realmente importantes y referentes para las tendencias en el mundo del espacio exterior y del diseño, como se ha demostrado también en el último Fuorisalone de Milán.
La gran arquitecta Zaha Hadid a quien le he preguntado por qué en sus proyectos utiliza siempre líneas sinuosas e imprevistas, responde: “Simplemente porque la vida no es un tablero de ajedrez. Considera un paisaje natural, no tiene nada de regular o llano, pero todos encuentran estos sitios muy placenteros y relajantes. Pienso que deberíamos intentar conseguir esto con la arquitectura, en nuestras ciudades. Se ven demasiados edificios horribles de bajo coste”.
¿Ser mujer en arquitectura es un valor añadido en términos de creatividad y visión?
Ser mujer ofrece un punto de vista diferente, especialmente por el enfoque racional y la capacidad de aprovechar los espacios. Sin embargo, estoy de acuerdo con la afirmación de Yvonne Farrell y Shelley McNamara, responsables de la 16 edición de la Bienal de Arquitectura: “¡la imaginación no es una cuestión de genero! Es importante que la voz de las mujeres sea escuchada en todos los ámbitos. La sensibilidad de cada uno de nosotros debe ser escuchada. No importa si quien habla es un hombre o una mujer: debemos escuchar lo que la gente tiene para decir.”
Las sensibilidades femeninas y masculinas son complementarias, por lo tanto también las diferentes visiones de arquitectos y arquitectas son necesarias para poder comprender la realidad en su totalidad.
La Bienal de Arquitectura este año es completamente femenina, con las conservadoras Farrell y McNamara que han elegido como tema Freespace. ¿Qué debemos esperar de esta edición?
Todavía no he podido visitar la Muestra, pero lo que surge del Programa de las dos conservadoras es la idea de arquitectura como espacio donado, para mí es una idea que se puede compartir. La palabra “donación” es la más recurrente, precisamente para acentuar la idea de Freespace como un espacio democrático, que debe ser comprendido y restituido para su libre uso.
¿Cuál es el rol y la contribución que actualmente la arquitectura puede y debe dar a la sociedad, hiperconectada y tecnológica?
Con respecto a Freespace, estoy convencida de que el rol y el deber de la arquitectura en la sociedad actual es ser funcional, democrática y humana, es decir, a medida de todos, adaptada a todos y, por lo tanto, abierta.
¿Desde tu punto de vista, cuál es el estado de salud de la arquitectura en Italia y en Europa, continente que ha recibido muchísimos reconocimientos incluso en la reciente ceremonia de entrega de los Leones de Oro de la Bienal de Arquitectura?
En realidad, la arquitectura europea sigue produciendo un gran atractivo a nivel internacional: tenemos muchos ejemplos virtuosos; ha sido un placer para mí saber que en Venecia se haya premiado a Eduardo Souto de Moura, arquitecto portugués que me encanta, ya ganador del Premio Pritzker y Piranesi Prix de Rome 2017 a la carrera.
También el León De Oro a Kenneth Frampton ha sido un reconocimiento importante, porque de hecho celebra la arquitectura europea, su historia y su cultura, que ha demostrado ser un referente actual para todos los arquitectos.
Hoy en día, en el proyecto, el outdoor living ya no se considera un detalle, un aspecto marginal y final del trabajo, sino que participa plenamente en la creación de un espacio para vivir, a través de un fructífero diálogo entre interior y exterior. ¿Cómo se lleva a cabo la colaboración entre Corradi y los estudios de arquitectura y por qué, desde tu punto de vista de arquitecta, en el sector sois los colaboradores ideales para un diseñador?
El outdoor living últimamente está captando un gran interés y motiva una investigación continua por parte de la arquitectura, que finalmente reconoce que el espacio exterior debe ser investigado, proyectado y cuidado en el más mínimo detalle, porque es, en todo sentido, un ambiente de valor y de bienestar. En este contexto, Corradi se incorpora mediante un diálogo permanente con los arquitectos, con quienes compartimos el mismo lenguaje: el lenguaje del proyecto. Trabajamos al lado de los arquitectos para crear y desarrollar junto a ellos, soluciones que no sean simplemente un objeto, sino parte integrante de un proyecto. También por esta razón soy una arquitecta “prestada” a la comunicación, ya que es importante que también en la oficina de Marketing & Communication se trabaje para valorizar esta capacidad característica de Corradi, además de los aspectos arquitectónicos de los espacios: toda información y calidad que se transmiten al estilo comunicativo más eficaz.
De hecho, no soy la única arquitecta en Corradi. Se trata de una figura que forma parte de nuestra plantilla, en particular en el área dedicada a los proyectos especiales, donde se incorporan proyectistas y diseñadores, precisamente con el objetivo de crear juntos soluciones a medida.
¿Tres mujeres arquitectas que admiras y que te inspiran en tu trabajo?
Kazuyo Sejima de SANAA, estudio japonés que desde siempre combina arquitectura y naturaleza en la planificación del proyecto, un enfoque característico y muy importante también para Corradi. Fuensanta Nieto, del estudio español Nieto Sobejano, muy apreciado por el estilo minimalista y potente y por último Frida Escobedo, joven diseñadora y arquitecta mexicana famosa por la arquitectura urbana y doméstica, que ha sido conservadora también del Serpentine Pavilion para la instalación 2018 en el centro de Hyde Park en Londres.
Quien proyecta espacios de belleza, ambientes para vivir, no puede prescindir de la arquitectura. Por otra parte, como sostenía Zaha Hadid, “la arquitectura es auténtico bienestar. Creo que la gente desea sentirse bien en un espacio…Por un lado se trata de una protección, por otro lado se trata también de un placer”.
¿Cómo no estar de acuerdo?