Decorar con colores: guía para la combinación perfecta
La elección de un color no es – ni debería ser – nunca una casualidad. Lo sabe muy bien Riccardo Falcinelli, uno de los visual designers y directores de arte más exitosos de Italia, que en 2017 escribió un libro que ya es de culto: Cromorama. Cómo el color transforma nuestra visión del mundo, donde se investiga la importancia del color desde la antigüedad hasta llegar a nuestros días, para comprender cómo se ha creado el imaginario cromático de nuestra contemporaneidad. Cada color tiene su significado: es suficiente pensar en la opción anual del color Pantone, como el vibrante y optimista Living Coral de 2019 inspirado en las barreras coralinas o también el Ultra Violet que, en 2018, fue sinónimo de libertad. Esto no afecta solo al mundo de las artes figurativas y cinematográficas, sino también a la vida diaria. Por ello, cuando tenemos que proyectar nuestros ambientes domésticos, saber elegir la paleta adecuada de las paredes y de los muebles, es un aspecto fundamental para obtener armonía y equilibrio entre todas las partes.
En este artículo, vamos a descubrir cómo decorar con los colores adecuados, dejándonos inspirar por la creatividad, pero prestando atención también a algunas “reglas generales” que siempre se recomienda recordar para no cometer errores básicos.
La rueda de colores y los esquemas cromáticos
Decorar con colores no solo es un arte, sino una auténtica ciencia, a tal punto que se habla de una teoría del color. A pesar de tratarse de un tema bastante amplio y sin duda, fascinante, por el momento bastará aprender solo algunos conceptos básicos. Cada color se coloca en un punto preciso de la rueda cromática: que se genera por la combinación de los tres colores primarios (rojo, azul, amarillo) en colores secundarios (es decir, naranja, verde y violeta) que, a su vez, dan vida a los colores terciarios (todos los demás). Los colores pueden diferenciarse por tinte (un color mezclado con el blanco) y matiz (un color mezclado con el negro), o también según su temperatura, es decir, en colores cálidos, colores fríos y colores neutros.
Dentro de esta rueda, se puede identificar una serie de esquemas cromáticos, necesarios para encontrar las combinaciones de colores adecuadas, que pueden ser:
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Monocromáticos: un único color en diferentes tintes y matices.
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Análogos: colores vecinos entre sí dentro del círculo cromático.
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Complementarios: colores opuestos en la rueda cromática.
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Triádicos: tres colores equidistantes entre sí en el círculo cromático.
Decorar con colores: ¿cuáles son las combinaciones exitosas?
El color es, a menudo, una idea o una expectativa. Concretamente, algunos tintes se integran plenamente en los objetos que los llevan, a tal punto que es difícil pensarlos de otra manera”, lo escribe Falcinelli en Cromorama. Antes de decorar nuestros espacios interiores – y también exteriores – con colores, tenemos que pensar en crear armonía entre los diferentes elementos que los componen, comenzando por las paredes, pasando por el suelo, hasta llegar a los muebles y todos los complementos. La decoración debería reflejar los gustos y la personalidad de quien vive los espacios: sin embargo, la sugerencia útil siempre es prestar atención al equilibrio y no usar más de tres tonalidades diferentes. Analicemos, por tanto, algunos consejos con ideas creativas que sirven de inspiración.
Jugar con contrastes
Ya sea que se tome en consideración una única habitación o toda la casa, esta es una óptima sugerencia: cuanto más distantes son los colores entre sí dentro de la rueda mencionada, mayor será el contraste. ¿Un ejemplo? El amarillo con el violeta o el negro con el blanco, el rojo con el verde. El consejo es elegir el color principal y luego, seleccionar en el círculo cromático, el secundario para combinar con la tonalidad más lejana del primero. De esta manera, jugando con los colores complementarios, se pueden crear ambientes de gran personalidad, adecuados para quien desea atreverse: obviamente esta combinación es perfecta para combinar entre sí elementos específicos, como las paredes o el suelo con algunos muebles. O bien, se puede pintar una única pared, como la del fondo, con un tinte fuerte, o usar el color complementario para un sofá, sobre todo si la habitación es larga y estrecha.
El secreto que se mantiene es no exagerar, esto se aplica también si se desea probar con los contrastes ópticos. En este caso, no se pintarán las paredes con un único tinte, sino con dos alternados entre sí, creando bandas de color verticales u horizontales: este truco simple dará movimiento a la habitación, creando un ambiente único e inusual, pero sumamente contemporáneo y refinado. ¿Qué color elegir? Un único color encendido, como un rosa, un amarillo o un verde brillante, para alternar con un color neutro, como el blanco o el gris. Obviamente, también los muebles elegidos deberán tener las mismas tonalidades para no crear un efecto desagradable a la vista. Además, cuidado con los espacios que tienes a disposición: de hecho, es importante saber que las líneas horizontales hacen que la habitación parezca más amplia pero al mismo tiempo, más baja, mientras que las verticales dan la sensación de más altura.
El claroscuro para un ambiente intemporal
Otra opción para jugar siempre con el contraste es la alternancia claroscuro: para un toque elegante, que no pasa nunca de moda, el blanco y negro es siempre válido, pero para quien desea osar con algo distinto, ¿por qué no probar tintes diferentes, si es posible con dos intensidades diversas del mismo color? Como un rosa brillante encendido con un tenue rosa pastel, o un celeste con su versión más intensa, adecuado para un salón vintage o un baño. Otro consejo es la elección de muebles de tonalidad más oscura con respecto a la del suelo.
Colores cálidos y colores fríos
Combinar colores cálidos con colores fríos para obtener ambientes originales y completamente modernos: este es el secreto. De hecho, si se combinan colores como el amarillo, el rojo y el naranja, que dan calidez creando una atmósfera acogedora con un tono frío, como el azul, el verde y el púrpura – que dilatan los espacios dando un toque relajante – la habitación adquiere un sentido de estabilidad y equilibrio. Para un dormitorio o un salón chic y contemporáneo, esta es una combinación perfecta: por tanto, el consejo es elegir como predominante un color cálido, combinándolo con tonos fríos en la decoración para equilibrarlo.
Decoración: monocromía y colores análogos
Ahora veamos los complementos de decoración: ¿cómo elegir las combinaciones cromáticas más adecuadas? Para ello, las posibilidades son diversas, aunque generalmente las de mayor tendencia son principalmente dos. La primera es la monocromía, es decir, seleccionar una única tonalidad para las paredes y utilizarla también para los complementos de decoración, pero jugando con matices y tonalidades ligeramente diferentes. O bien, una segunda opción es probar con los colores análogos, es decir, colores que hacen juego porque se suceden en el circulo cromático. ¿Un ejemplo? Una pared en los tintes del amarillo pastel combina perfectamente con las decoraciones verdes. En este sentido, el espacio exterior también puede ser un lugar donde se pueden desarrollar juegos cromáticos interesantes: por ejemplo, eligiendo una pérgola del mismo color que la pared exterior de la casa se puede crear una sensación de continuidad armónica; de lo contrario, para un efecto escénico impactante, se puede optar por un tinte en contraste.
Como hemos visto, los colores ocultan un mundo complejo de emociones, sentimientos, atmósferas y vibraciones diferentes. Para encontrar la combinación adecuada para los complementos de decoración propios, dentro y fuera de casa, solo se debe experimentar y dejar volar la creatividad, porque las posibilidades son infinitas: como en el caso de las pérgolas Pergotenda® Corradi, que se pueden personalizar en todos los colores de la escala cromática. ¿Cuál es tu combinación ideal?