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The Outdoor Voices: Explorando Espacios e Identidades con Gianfelice Facchetti
«Para mí, el outdoor es todo lo que hay fuera, el exterior, lo otro», explica Facchetti, «ya se trate de personas, lugares o identidades. Incluso dar medio paso fuera del umbral de casa es suficiente para verse inmerso en ese contexto». Un entorno diferente al nuestro, compuesto no solo de objetos y elementos naturales, sino también de personas con las que vivirlo, aunque las dinámicas no siempre sean las ideales: «nos falta capacidad para familiarizarnos con los lugares en los que vivimos y con aquellos a los que llevamos nuestra presencia. Durante la pandemia —recuerda el actor—, todos nos encontramos en medio de hábitos y costumbres, a veces incluso un poco descuidados: de ahí surgió una humanidad un tanto distraída que, a veces, se convertía en «grosería» en los gestos y en las maneras de acercarse y de actuar con el exterior y con las personas».
El outdoor también puede resultar un espacio en el que se manifiesta el tribalismo humano: uno de los ejemplos más emblemáticos es el estadio, donde algunas reglas pueden suspenderse y donde pueden surgir rivalidades, pero dentro de un contexto en el que la diversión y la seguridad están garantizadas. Desde esta perspectiva, el estadio se convierte en una arena donde se ritualizan las dinámicas humanas primordiales, pero sin que ello afecte a la armonía del contexto exterior.
La reflexión sobre el exterior pasó luego al concepto del mundo del teatro como Outdoor, no solo refiriéndose a las representaciones al aire libre, sino también al efecto transportador y de cambio que el teatro puede generar en el individuo. Según Gianfelice Facchetti, el teatro debería ser capaz de llevarnos de la mano y transportarnos, ayudándonos a imaginar mundos mejores y posibles. En una era de realidad abrumadora, el teatro puede servir de refugio a la dimensión de los sueños y la imaginación.
Tartaro pasó de centrar su atención en la convivencia humana a la convivencia del ser humano con otras especies.
«Pones especial atención a la vida animal y no solo a la humana. El ser humano forma parte del reino animal, ¿no? Entre los numerosos artículos escritos, recuerdo varios muy bonitos sobre algunos tipos de pájaros que habitan en Milán, con los que compartimos el espacio exterior, a veces incluso inconscientemente; esto nos recuerda que este espacio no es solo nuestro, no es solo del ser humano, sino de todos».
«Es un espacio exterior que debemos compartir y, seguramente, nuestro objetivo hoy en día sea tratar de ocupar los mejores espacios —explica Facchetti—. Ambos tenemos derecho, la diferencia es que un animal no puede elegir, no tiene la conciencia ni el conocimiento para poder decidir ir a otro lugar; para él, un lugar es su identidad, coincide totalmente con su naturaleza».
Mientras que los animales no pueden elegir su lugar de pertenencia, la humanidad tiene la capacidad cultural de coexistir con otras especies y garantizar su futuro. Esta conciencia es fundamental para preservar la identidad y respetar el entorno en el que vivimos.
«Nuestra naturaleza es cultural: investigando en ella, la humanidad puede entender cómo convivir con otras especies y esta es la mejor manera de garantizar nuestro futuro».
La cita con Gianfelice Facchetti ha sido fascinante; nos ha invitado a explorar los espacios exteriores, las identidades y las conexiones con el mundo animal. De la arena al estadio, del teatro al aire libre a la imaginación, nos hemos aventurado en nuevas perspectivas, descubriendo cómo el Outdoor es un lugar compartido que exige respeto y conciencia. Y es precisamente a través de esta conciencia que podemos esperar un futuro en el que el ser humano y la naturaleza convivan en armonía.